martes, 24 de julio de 2012

Artículo de opinión, participante Yarohay Rosario Lacruz


Gerencia en la Educación en Venezuela
La gerencia como su nombre lo indica es gestionar, es decir, lograr que las actividades se cumplan a cabalidad y que la organización se convierta en éxito, pues va a depender de la capacidad de dirigir y hacer sobre todo que el personal  cumpla con efectividad sus funciones. De allí, que la gerencia va a significar la diferencia entre el éxito o el fracaso de una organización, porque a través de las funciones de quien ejerza esa gerencia, llámese director, gerente, coordinador recae la responsabilidad de la orientación de la organización.
La gerencia educativa no difiere mucho de la empresarial, en todas las instancias ésta es un modo de administrar una organización para lograr la eficiencia y eficacia en las acciones que se realicen, ya sea en la planificación, coordinación, orientación, dirección y control. Ahora bien, la gerencia educativa, además de prever que todas las actividades antes mencionadas se realicen a plenitud, tiene el reto más grande, el de ayudar a formar de manera integral a los niños, niñas, jóvenes y adultos que están en el sistema educativo.
Esto coincide, con lo señalado por Macha (2008), cuando indica que la gerencia educativa es “el proceso de organización y empleo de recursos para lograr los objetivos preestablecidos a través de una eficiente organización donde el gerente educativo debe dirigir su equipo hacia el logro de los objetivos de la organización” (p.1). De tal manera, que la gerencia a través de los procesos administrativos organiza las ideas, decisiones e intenciones a partir de metas y planes educativos, a través del recurso humano, el cual orienta los cambios que se requieren en la institución y que conlleven alcanzar los objetivos propuestos en los principios organizacionales.
Se entiende entonces, que en este proceso, los  gerentes enfocan todas sus energías, conocimientos, destrezas, habilidades y aptitudes a lograr que las acciones que se realicen dentro de la organización sean efectivas y significativas y con ello, alcanzar las metas y objetivos propuestos, donde están incluidos todo el personal interno y externo de la misma, además de considerar las fortalezas, oportunidades, limitaciones y amenazas del contexto donde está la organización, asumiendo para ello un estilo participativo, estratégico y basado en el trabajo en equipo.
Este es el deber ser de una buena gerencia, sin embargo, cuando se observa la realidad de esa gerencia en las instituciones educativas venezolanas, se evidencia que existen debilidades en ésta, recayendo esta situación en el gerente o los gerentes que estén a cargo de la institución, observándose una actitud en ellos basada en reglas normativas, tradicionales, autoritarias, escasa motivación para el personal, poca creatividad para dar respuesta a los problemas que se presentan a diario; donde los equipos de trabajo son direccionados para que cumplan a cabalidad con una serie de actividades y papeles que entregar; donde se inspecciona al docente, se orienta, pero no se premia el desempeño significativo del mismo.
De ello, se infiere, que existe ausencia de una gerencia para la participación, donde, el gerente a través de un liderazgo autentico mueva voluntades de todos los que trabajan en la institución, para realizar las actividades de manera voluntaria, con interés, sin esperar nada a cambio, sólo el deber y el saber que están cumpliendo la misión de educar y cumplir con el compromiso adquirido con el Ministerio, las familias y la sociedad. Ante este panorama, se hace necesario, redimensionar la figura de la gerencia educativa, donde se enfatice la participación activa de todo el personal, aprovechar la experiencia y creatividad de todos para solucionar los problemas con prontitud y eficacia.
En función de ello, la efectividad de una organización depende directamente de la eficacia y la eficiencia con que el gerente ejecute sus funciones, así como también de su habilidad para manejar a las personas que conforman su grupo de trabajo, generalmente con aptitudes, actitudes y necesidades diferentes, con la finalidad de guiarlas por el camino que conduzca hacia la efectividad de la organización. Reconociendo, que gerenciar es un proceso que implica la coordinación de todos los recursos disponibles en una organización (humanos, físicos, tecnológicos, financieros), para que a través de los procesos de planificación, organización, dirección y control se logren objetivos previamente establecidos.
De acuerdo a lo expuesto, es necesario que la gerencia educativa venezolana asuma una serie de estrategias y técnicas que ayuden a superar las debilidades frecuentes en los centros de trabajo, reflejados en un escaso liderazgo de los directivos, toma de decisión centralizada, comunicación poco fluida, preocupación por asuntos administrativos burocráticos y dedicar más tiempo a aspectos relacionados con lo pedagógico y acompañamiento a los docentes para mejorar el rendimiento de los estudiantes y la calidad educativa.
En función de ello, las estrategias que ayudarían asumir una gerencia educativa hacia la calidad sería, mejorar los sistemas de comunicación, lograr la participación de todos en la toma de decisiones, integrar a la comunidad educativa para planificar y organizar de manera conjunta las acciones a desarrollar y que conlleven al logro de los objetivos de manera eficiente; realizar  las supervisiones periódicas, pero que sean orientadoras y hacerles el seguimiento oportuno a las debilidades encontradas, a fin de superarlas y por ende encontrar soluciones.
Es importante destacar, que la gerencia educativa en Venezuela, se ha destacado últimamente en atender las instituciones escolares a través de gerentes preparados académicamente, la mayoría posee grados de maestría, especialización y otros de doctorado; ya quedó atrás la asignación de los mismos por años de servicio, es decir, que llegaban a la dirección por el tiempo dentro del Ministerio, aún no teniendo los estudios requeridos. También, ha mejorado el método de ascenso en función de colocar  a los gerentes por la ideología política del momento, persistiendo de forma mínima.
Otro espectro a considerar en la gerencia educativa de Venezuela, es el hecho, de no lograr la disposición a cambio, tanto de los gerentes como del personal de una institución, considerando que es fundamental que los primeros sea quienes asuma los cambios para que sirva de modelo y ejemplo a seguir; sin embargo, se escucha y con mucha persistencia que los directivos no se involucran en los avances científicos y tecnológicos que imperan en el proceso educativo actual, de allí, que es común oír:  “La planificación es compleja, es mejor la anterior”; “No se manejar las Tics, ya estoy viejo para eso, hay que dejar eso a la nuevas generaciones”, entre otros.
De allí, que existe la necesidad de hacer comprender a la gerencia que esta nueva sociedad demanda, una gerente con conocimiento, disposición al cambio, sustituir la fuerza del trabajo por la aplicación del conocimiento, habilidades de comunicación, aprendizaje continuo, capacidad para formar equipos de trabajo, que se centren en atender las necesidades de toda la institución y con ello lograr la calidad requerida, solventar los problemas existentes. Es aquí, donde el gerente, debe seleccionar un equipo para hacer el trabajo efectivo, sin importar intereses particulares, familiares o personales.
Finalmente, se apuesta, a una gerencia educativa venezolana, adaptada a los nuevos escenarios educativos; una gerencia que es reclamada a diario en las instituciones educativas, con liderazgo, don de mando con sabiduría, con dominio inteligente para orientar a los equipos de trabajo; pero, ante todo una gerencia que sienta la institución como algo personal y profesional, porque es a través de ese interés y amor que se logrará canalizar y solventar los problemas que diario se viven en ellas.

Yarohay Rosario Lacruz C.I V- 15 906 065


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