Gerencia en la Educación en Venezuela
La gerencia como su
nombre lo indica es gestionar, es decir, lograr que las actividades se cumplan
a cabalidad y que la organización se convierta en éxito, pues va a depender de
la capacidad de dirigir y hacer sobre todo que el personal cumpla con efectividad sus funciones. De
allí, que la gerencia va a significar la diferencia entre el éxito o el fracaso
de una organización, porque a través de las funciones de quien ejerza esa
gerencia, llámese director, gerente, coordinador recae la responsabilidad de la
orientación de la organización.
La gerencia educativa
no difiere mucho de la empresarial, en todas las instancias ésta es un modo de
administrar una organización para lograr la eficiencia y eficacia en las
acciones que se realicen, ya sea en la planificación, coordinación, orientación,
dirección y control. Ahora bien, la gerencia educativa, además de prever que
todas las actividades antes mencionadas se realicen a plenitud, tiene el reto
más grande, el de ayudar a formar de manera integral a los niños, niñas,
jóvenes y adultos que están en el sistema educativo.
Esto
coincide, con lo señalado por Macha (2008), cuando indica que la gerencia
educativa es “el proceso de organización y empleo de recursos para lograr los
objetivos preestablecidos a través de una eficiente organización donde el
gerente educativo debe dirigir su equipo hacia el logro de los objetivos de la
organización” (p.1). De tal manera, que la gerencia a través de los procesos
administrativos organiza las ideas, decisiones e intenciones a partir de metas
y planes educativos, a través del recurso humano, el cual orienta los cambios que
se requieren en la institución y que conlleven alcanzar los objetivos propuestos
en los principios organizacionales.
Se
entiende entonces, que en este proceso, los
gerentes enfocan todas sus energías, conocimientos, destrezas,
habilidades y aptitudes a lograr que las acciones que se realicen dentro de la
organización sean efectivas y significativas y con ello, alcanzar las metas y
objetivos propuestos, donde están incluidos todo el personal interno y externo
de la misma, además de considerar las fortalezas, oportunidades, limitaciones y
amenazas del contexto donde está la organización, asumiendo para ello un estilo
participativo, estratégico y basado en el trabajo en equipo.
Este es
el deber ser de una buena gerencia, sin embargo, cuando se observa la realidad
de esa gerencia en las instituciones educativas venezolanas, se evidencia que
existen debilidades en ésta, recayendo esta situación en el gerente o los
gerentes que estén a cargo de la institución, observándose una actitud en ellos
basada en reglas normativas, tradicionales, autoritarias, escasa motivación
para el personal, poca creatividad para dar respuesta a los problemas que se
presentan a diario; donde los equipos de trabajo son direccionados para que
cumplan a cabalidad con una serie de actividades y papeles que entregar; donde
se inspecciona al docente, se orienta, pero no se premia el desempeño
significativo del mismo.
De
ello, se infiere, que existe ausencia de una gerencia para la participación,
donde, el gerente a través de un liderazgo autentico mueva voluntades de todos
los que trabajan en la institución, para realizar las actividades de manera
voluntaria, con interés, sin esperar nada a cambio, sólo el deber y el saber
que están cumpliendo la misión de educar y cumplir con el compromiso adquirido
con el Ministerio, las familias y la sociedad. Ante este panorama, se hace
necesario, redimensionar la figura de la gerencia educativa, donde se enfatice
la participación activa de todo el personal, aprovechar la experiencia y
creatividad de todos para solucionar los problemas con prontitud y eficacia.
En función de ello, la
efectividad de una organización depende directamente de la eficacia y la
eficiencia con que el gerente ejecute sus funciones, así como también de su
habilidad para manejar a las personas que conforman su grupo de trabajo,
generalmente con aptitudes, actitudes y necesidades diferentes, con la
finalidad de guiarlas por el camino que conduzca hacia la efectividad de la
organización. Reconociendo, que
gerenciar es un proceso que implica la coordinación de todos los recursos disponibles
en una organización (humanos, físicos, tecnológicos, financieros), para que a
través de los procesos de planificación, organización, dirección y control se
logren objetivos previamente establecidos.
De acuerdo a lo expuesto, es necesario que
la gerencia educativa venezolana asuma una serie de estrategias y técnicas que
ayuden a superar las debilidades frecuentes en los centros de trabajo,
reflejados en un escaso liderazgo de los directivos, toma de decisión
centralizada, comunicación poco fluida, preocupación por asuntos
administrativos burocráticos y dedicar más tiempo a aspectos relacionados con
lo pedagógico y acompañamiento a los docentes para mejorar el rendimiento de
los estudiantes y la calidad educativa.
En función de ello, las estrategias que
ayudarían asumir una gerencia educativa hacia la calidad sería, mejorar los
sistemas de comunicación, lograr la participación de todos en la toma de
decisiones, integrar a la comunidad educativa para planificar y organizar de
manera conjunta las acciones a desarrollar y que conlleven al logro de los
objetivos de manera eficiente; realizar
las supervisiones periódicas, pero que sean orientadoras y hacerles el
seguimiento oportuno a las debilidades encontradas, a fin de superarlas y por
ende encontrar soluciones.
Es importante destacar, que la gerencia
educativa en Venezuela, se ha destacado últimamente en atender las
instituciones escolares a través de gerentes preparados académicamente, la
mayoría posee grados de maestría, especialización y otros de doctorado; ya
quedó atrás la asignación de los mismos por años de servicio, es decir, que
llegaban a la dirección por el tiempo dentro del Ministerio, aún no teniendo
los estudios requeridos. También, ha mejorado el método de ascenso en función
de colocar a los gerentes por la
ideología política del momento, persistiendo de forma mínima.
Otro espectro a considerar en la gerencia
educativa de Venezuela, es el hecho, de no lograr la disposición a cambio, tanto
de los gerentes como del personal de una institución, considerando que es
fundamental que los primeros sea quienes asuma los cambios para que sirva de
modelo y ejemplo a seguir; sin embargo, se escucha y con mucha persistencia que
los directivos no se involucran en los avances científicos y tecnológicos que
imperan en el proceso educativo actual, de allí, que es común oír: “La planificación es compleja, es mejor la
anterior”; “No se manejar las Tics, ya estoy viejo para eso, hay que dejar eso
a la nuevas generaciones”, entre otros.
De allí, que existe la necesidad de hacer comprender
a la gerencia que esta nueva sociedad demanda, una gerente con conocimiento,
disposición al cambio, sustituir la fuerza del trabajo por la aplicación del
conocimiento, habilidades de comunicación, aprendizaje continuo, capacidad para
formar equipos de trabajo, que se centren en atender las necesidades de toda la
institución y con ello lograr la calidad requerida, solventar los problemas
existentes. Es aquí, donde el gerente, debe seleccionar un equipo para hacer el
trabajo efectivo, sin importar intereses particulares, familiares o personales.
Finalmente, se apuesta, a una gerencia
educativa venezolana, adaptada a los nuevos escenarios educativos; una gerencia
que es reclamada a diario en las instituciones educativas, con liderazgo, don
de mando con sabiduría, con dominio inteligente para orientar a los equipos de
trabajo; pero, ante todo una gerencia que sienta la institución como algo
personal y profesional, porque es a través de ese interés y amor que se logrará
canalizar y solventar los problemas que diario se viven en ellas.
Yarohay Rosario Lacruz C.I V- 15 906 065
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